Aire de Montaña, el espacio

Antes de la reforma, esta casa era una cuadra con pajar con más de 100 años de antigüedad. De su antiguo uso se conserva la estructura con muros de carga de piedra y vigas y pilares de roble y chopo centenarios. Después de una minuciosa labor de reforma, se ha convertido en una acogedora casa de campo pero con todas las comodidades deseadas. La casa cuenta con tres plantas, distribuidas de la siguiente manera: Desde la terraza se accede a la planta baja que consta de un salón - comedor, una cocina, una despensa con leñera incluida y un aseo con ducha. Tiene dos chimeneas de hierro fundido, una en la zona del salón y otra en la cocina. Los tiros de éstas suben descubiertos por las habitaciones y el bajo cubierta, calentando así todas las estancias. Mediante una singular escalera se accede a la planta primera que tiene cuatro dormitorios dobles (dos con cama de matrimonio y los otros dos con dos camas de 90 cm), un baño y un pasillo por el que se accede al balcón desde el que se contemplan los majestuosos Picos de Europa, al frente y Peñasagra, a la derecha. Dos de los dormitorios abren sus ventanas a este balcón por lo que gozan de estas esplendidas vistas. La planta bajo cubierta es diáfana (reformada en 2022) con grandes ventanas de tejado que le aportan mucha luz, puede usarse tanto de dormitorio como de estancia de ocio.

No dispone de aparcamiento privado, hay un pequeño aparcamiento a unos 50 m de la casa, pero que puede llenarse fácilmente en temporada alta, si esto fuera así, también se puede aparcar justo antes de subir al pueblo, donde se hace el giro de entrada al pueblo que está a unos 200 m de la casa. De todos modos, se evitará molestar e interrumpir el paso a los vecinos y otros vehículos.